Mucho se podría hablar todavía de Platón. Como ya comenté al
principio, Platón es el primer pensador que ofrece un sistema filosófico de
esos que se pueden considerar "totales" y con esto quiero decir que
el filósofo ateniense no se conformó con especializarse en un tema, sino que
trató de dar respuesta a todo o, al menos, preguntarse por todo. La Filosofía
se convertía con él en el estudio de las esencias, en la búsqueda de esas
"formas" (llamémoslas eidos, Ideas o como queramos) que son el
principio inteligible de la realidad. Y, claro, eso que llamamos
"realidad" lo engloba todo, todo.
Así, sus reflexiones sobre estética, cosmología o psicología, quedan por el momento aquí inéditas, porque no era el objetivo hacer una tesis sobre toda la obra platónica, sino comprender las líneas maestras y generales de su pensamiento, de la forma más sencilla posible. Y, como en ello estamos, en facilitar las cosas lo máximo posible, aquí tenéis la guía-resumen del pensamiento etico-político platónico (al igual que hicimos con la parte teórica de su filosofía):
GUÍA PARA LA EXPOSICIÓN DE PLATÓN (línea eticopolítica)
1.
El objetivo de Platón es la reforma política, la reforma de la polis griega que está sumida en una
profunda crisis y corrupción (condena de Sócrates).
2.
La búsqueda de la justicia:
El concepto central de la
teoría eticopolítica platónica es
la justicia. Una sociedad o un hombre son
considerados buenos cuando son justos (la
Justicia rige igual en lo público que en lo privado, en la sociedad que en el
individuo). Ahora bien, como es más fácil ver los detalles en lo grande antes
que en lo pequeño, primero se centrará en conocer qué es una sociedad justa
para después, por analogía, deducir qué es un hombre justo. Ahora bien, la justicia en sentido pleno no se
da en ninguna sociedad existente porque
no hay ninguna sociedad perfecta (recordemos que nada es perfecto en el ámbito
sensible). Por ello propone imaginar
una sociedad ideal para saber
qué es la justicia en sentido perfecto.
3.
El origen de la sociedad: Los hombres se unen en sociedad porque no son
autosuficientes. Por ello surge
la división del trabajo con la que cada cual se encarga de las tareas que
puede desempeñar bien (aquel oficio que conoce): clase de los artesanos o productores.
Al principio podrán vivir con los recursos disponibles, pero cuando la
población crezca será necesaria la conquista de nuevos territorios para poder
abastecerse: surge la clase de los guerreros.
Y como ahora esta sociedad requiere más organización y toma de decisiones
vitales surge la clase de los gobernantes.
Estos últimos deben ser los hombres (o el hombre) más sabios, aquellos que
conozcan el Bien para poder dirigir a la sociedad hacia dicho Bien
(filósofo-rey).
4.
Justicia en la sociedad:
Una vez determinadas las clases sociales, Platón afirmará que la sociedad justa es la sociedad que funciona bien, es decir, aquella
que está ordenada. Una
sociedad ordenada es aquella en la que cada clase desempeña sus funciones sin
interferir en las de otra clase. Justicia = orden; Injusticia = desorden.
5.
La educación en la sociedad: Lo que determinará a qué clase
pertenece cada individuo, es decir, lo que establecerá ese orden en la
sociedad, es la educación.
La educación marcará los
grados de conocimiento de
forma que: los más sabios
pertenecerán a la clase gobernante; aquellos que estén justo por debajo de esta serán los guerreros; y, en el último eslabón, aquellos
que hayan recibido la educación básica (pero suficiente), pertenecerán a la
clase de los artesanos. Al estar guiados por la sabiduría
de los gobernantes, toda la sociedad estará dirigida hacia el Bien.
6.
La ética platónica, el hombre justo:
Una vez sabemos en qué consiste una sociedad justa, estamos en disposición de
saber qué es un hombre justo. Así, del mismo modo que Platón divide a la sociedad en tres partes dividirá después el alma humana en otras tres: racional, irascible y concupiscible.
La justicia en el hombre vuelve a identificarse con el orden: el hombre justo es el hombre
ordenado, aquel que se gobierna por la razón, que somete a las partes
irascible y concupiscible a sus decisiones.
7.
La virtud. Platón
otorgará una virtud propia a
cada parte del alma: a la racional le corresponde la sabiduría; a la irascible, el coraje; y a la concupiscible, la templanza. Si la educación cala
en los individuos y estos "purifican" su alma con conocimiento,
entonces estas virtudes se manifestarán en el hombre justo que las posea (en el
hombre justo la parte racional gobierna sobre las demás). Ahora bien, la virtud más importante es la
justicia y esta no se identifica en ninguna parte del alma, sino que es la que
regula el orden entre dichas partes y
hace que todo funcione como debe funcionar (igual que ocurría en la sociedad).
1 comentario:
Me ha gustado el blog, interesante. Saludos.
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